Para facilitar su instalación el retén debe ser prelubricado con grasa o aceite para reducir la fricción durante el deslizamiento por la superficie de contacto y proteger los labios cuando la máquina inicia su funcionamiento.
El retén, cualquiera que sea su estado, debe ser sustituido por uno nuevo cuando se realiza un mantenimiento o reparación del mecanismo donde está instalado.
Para realizar un buen montaje hay que utilizar una herramienta adecuada que asegure bien el encaje en su alojamiento y no dañe ningun componente del retén, en especial su labio.